Bueno no cabe duda de que la experiencia es interesante y puede ser un punto de partida para nuevas maneras de distribución audiovisual, sin embargo no cabe duda de que tiene muchos problemas. Muchos. En primer lugar, la mayoría de la acción de Primeval, como en todo thriller de rigor, transcurre en la oscuridad de la noche, y eso visionado en una pantalla tan reducida hace que a veces apenas se pueda ver nada. Por no contar con la falta de definición en lo que se suponen que son unos espectaculares paisajes africanos, que se intuyen más que se aprecian. Mirad una captura de la pantalla de proyección a tamaño real:
Como se puede apreciar, la definición no es para tirar cohetes,y en ocasiones los píxeles nos permitirían echar una partidita de damas. Además en ocasiones da saltos o se queda congelada la imagen. Pero no es tan terrible como suena. Se puede seguir el intrincado argumento.