Mi Universidad está realizando un enorme esfuerzo en la implantación del Smart Campus con una misión ambiciosa, que no pongo en duda. Sin embargo estos procesos son complicados, lentos, y a veces incluso tediosos. Entiendo que es más fácil aplicar lo smart en los edificios más nuevos de los campus, y que los que ya llevamos algún tiempo por aquí tardaremos aún en ver cosas tan sencillas como iluminación por temporizador o, un sistema de calefacción que simplemente funcione. Vale, ya todos sabemos que las Universidades son organismos mastodónticos que han de moverse despacio.