El hundimiento del Prestige sigue dando que hablar, aunque no lo suficiente porque, lo que mucha gente no sabe, es que aún quedan 50.000 toneladas en su interior que tarde o temprano saldrán si no se toman las medidas adecuadas.
Detrás de este asunto, como es habitual, se mueve una complicada red de amigos y socios que se cubren las espaldas unos a otros con el único objetivo de salvaguardar sus intereses.
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