Acaba de concluir la séptima edición del Festival de Málaga y seguro que no faltará quién haga una larga recopilación de aciertos, desaciertos, conclusiones, y demás artículos típicos post-festivaleros.
Sin embargo, yo me voy a concentrar en dos (un acierto y un desacierto) que la organización debería tener muy en cuenta.
El acierto, aunque pueda parecer absurdo, es sin duda alguna, el nuevo formato en que se ha editado el catálogo oficial del festival, mucho más reducido y compacto, que se puede llevar encima sin problemas. Seguro que todos los periodistas estamos muy agradecidos por esta novedad, por no tener que cargar con el libraco de años anteriores, y ruego encarecidamente que tomen buena nota desde otros festivales, entre otras cosas, para que no tengamos que comprar estanterías reforzadas en las casas que aguanten el peso de tanto papel couché.
El desacierto más notable, y seguro que el público del festival estará de acuerdo conmigo, es el desorbitado precio de las entradas a las proyecciones de las películas oficiales. Según me han contado algunos asistentes (los periodistas lógicamente no pagamos por ver las películas), había entradas a 6, 7 e incluso 8 euros.
Seguro que esto a los madrileños o barceloneses no les sorprende mucho, pero en una ciudad como Málaga, donde la entrada más cara de cine comercial está torno a los 5,50 €, un precio de 8 € parece totalmente desmesurado.
Además, si me llegan a cobrar a mí 8 € por ver algo como “Nubes de verano” hubiera exigido el libro de reclamaciones, por decirlo de una manera sutil.
Si suponemos (porque la organización lo ha dicho por activa y por pasiva) que este festival tiene como objetivo la exhaltación y difusión del cine español, flaco favor haremos a esta industrial, si casi doblamos el precio de las entradas. Cuando ya de por sí, el hecho de ser cine patrio supone un handicap para muchos espectadores, si encima lcobramos tan caras las entradas, conseguiremos que no vayan, ni por la curiosidad de ver qué ha traido el festival.
El precio de las entradas es algo que desde la organización tendrán que replantearse seriamente.
Ese es el tema. Si el cine español, por el hecho de ser “cine español” ya asusta a mucha gente (entre los que me incluyo), si encima intentan sacar tajada de las pobres almas que se dejan caer por ahí (que son los que les van a dar de comer), pues mal van.
¿El precio de las entradas? ¿Cómo es posible que no haya podido encontrar algunas para ciertas peliculas? ¿A nadie le parece desmesurado pagar 1,20 € por un café? Es que el patio está así…
Saludos
A ver si los malagueños nos enteramos que el festival unicamente interesa a las “autoridades” por la promoción de la ciudad, y que el cine español como tal no existe!
Lo que si existe es una manada de señores que hacen cine para ellos a costa de las subvenciones de turno pq ni les interesa el público ni les gusta el cine.
Tomadura de pelo la cantidad de subproductos que llegan a este festival y más patético es la actitud de muchos periodistas o profesionales de la información (por si el listo de turno no tiene el titulito) que alaban basuras mastodónticas como la proyectada el año pasado “Tras el arco iris” por “su ruptura con lo convencinal”.
Mire usted señor, si paso a 35mm la comunión de mi primo y pretendo vender eso como una película seguro que tb estoy transgrediendo alguna las reglas del cine clásico y todo lo que usted quiera.
Parece que les cuesta reconocer a los medios que la pelicula con mejor factura técnica de este festival ha sido “Romasanta” por mucho que le pese. Y es que amigos, el cine sobre todo es negocio y personalmente prefiero 10 pelis comerciales españolas que sean dignas que no “dramones intimistas de corte masturbatorio” que se pierden en la memoria a los dos días del visionado como la gran apuesta malacitana que se han aceptado en el festival en una sección de “cascarilla” junto a una peli belga y otra de dios sabe donde (!).
Patético este festival, paleto y casposo a raudales.
viva UPA dance!
Estimado falso Salomón:
Te agradezco mucho tu aportación y cualquier tipo de comentario crítico es bienvenido en este weblog siempre que se haga desde el respeto.
No obstante, permíteme pedirte que no suplantes la personalidad de nadie, y menos, como es el caso, del propio director del festival, para decir esas cosas 🙂
Puedo sugerirte otro tipo de apodos alternativos tales como “El festivalero solitario”, “Espectador defraudado” y tantos otros que seguro que se te ocurrirán.
Gracias por todo y un saludo 🙂
Estimada Sonia Blanco
Tiene usted toda la razón, mi pueril suplantación de nombre solo lleva a sembrar la confusión entre los lectores de este weblog.
Espero que este nick sea de su agrado.
Salomon, the king.
Muy adecuado 😉
mas gracioso es lo de “mueve al cine por 1 euro” que empezaba a las 00:00 y encima habia que ir como minimo un dia antes para conseguir entrada,ya que las salas del albeniz son ridiculas..puro reclamo publicitario para desplazarte