Leon sorprendida el artículo de Daniel Rodríguez Herrera, que bajo el título Estatuto del blogger, hace una serie de afirmaciones que a más de un profesional del periodismo le habrán puesto los pelos como escarpias, pero que rascando un poco, tiene una serie de inexactitudes que pueden inducir a confusión.
Analicemos:
Reconozco que no soy una experta en leyes, pero como yo, la mayoría de lectores, y por tanto resulta muy confuso que se use la expresión “Ha sido aprobado…, con un enlace a un proyecto de ley, con lo cual podría interpretarse que se ha aprobado lo que esa proposición de ley expone.
Nada más lejos de la realidad, lo cierto es que lo que se aprobó en el Congreso es “la llamada Toma de Consideración, por la que los diferentes grupos parlamentarios votan si aprueban o no que en un futuro pueda elaborarse una ley con lo propuesto en el texto. Una vez aprobado por mayoría simple se abre, en la comisión correspondiente, un período de enmiendas propuestas por los diferentes partidos. Después, fácilmente un año después, se volvería a llevar al Congreso para votar de nuevo el texto, ya con las enmiendas que haya aprobado la Comisión”.
O se que a partir de ahora se podrán presentar enmientas a esa proposición de ley hasta llegar al texto definitivo.
Sí tiene razón Daniel Rodríguez al hablar de “una licencia previa” que según el artículo 2. Acreditación de la propuesrta dice así:
Esto sí es muy preocupante. ¿Acaso quieren decirnos que un Consejo Estatal, formado por políticos decidirán si estamos capacitados para ejercer nuestra profesión? ¿Y para qué demonios existe la carrera universitaria?