PMR creo que eran sus iniciales. Ha sucedido en las playas de El Palo (Málaga), un lugar donde es más fácil que te toque la lotería a que una ola te tire. Sin embargo a PMR le ocurrió algo. Puede ser que fuera por la bajísima temperatura del agua (ni las medusas asomaban por allí), pero no se pudo hacer nada.
La UVI móvil tardó una eternidad (¿y cuándo no es una eternidad?) en llegar. Pero ya no se podía hacer nada. Sin embargo no puedo dejar de pensar en los comentarios que se oían alrededor de aquel cuerpo al que intentaban reanimar, sobre las personas que lo habían visto y habían pensado que llevaba demasiado tiempo en aquella gélida agua.
¿Por qué nadie se acercó a ver si necesitaba ayuda? Desde luego yo tengo menos excusa que ni siquiera lo ví. Justo cuando ayer presumía delante de Hilario de vivir en un lugar encantador donde todos nos conocemos, me doy cuenta de que no miramos más allá de nuestras narices y ombligos. Eramos decenas de personas en aquella cala, y nadie nos dimos cuenta que una persona mayor necesitaba ayuda.
Cuando unos pocos reaccionaron y lo sacaron del agua ya fue demasiado tarde. El equipo médico no pudo hacer más de lo que hizo y durante más de treinta minutos intentó traer de vuelta a alguien que ya llevaba un buen rato al otro lado.
Llegado ese momento sí estábamo todos pendientes de PMR. Un poco tarde ¿no?
8 comentarios en «Hoy he visto morir a un hombre»
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Así somos los seres humanos, Sonia. No vemos más allá de nuestras narices, nos creemos que el territorio es nuestro, que el mundo es nuestro, y que el cuerpo, y la vida, que nos ha sido regalada, son nuestras y me importa poco lo que le pase al de al lado. Eso sí, para ver si la del bikini rosa tiene celulitis o la morena de al lado tiene el pecho operado si que estamos bien pendientes.
Es la actitud nuestra lo que falla. A lo mejor era irremediable que este señor muriera hoy. Probablemente yo no hubiera sabido qué hacer, porque no soy médico y porque me desmayo en un plis, pero el instinto de supervivencia y de ayuda a los demás sale a flote en un momento dado. Y eso es lo que hay. Es horrible esta actitud tan pasiva, porque es eso, pasividad, y no el no saber cómo reaccionar. O a veces la falta de comunicación. Sí señores, la falta de comunicación. Parece que nos dé fatiga preguntarle al de al lado si se encuentra bien. Con perdón de los japoneses, pero ni que fuéramos japoneses, de verdad…
Es más, me atrevo a decir una cosa que quizás para muchos resulte un tanto descarada, pero es que es cierto: estos días no son propicios para necesitar asistencia médica urgente. Me explico. Mientras que un buen número de ambulancias están asistiendo comas etílicos, heridas de arma blanca y demás historias de gente IRRESPONSABLE en la feria, no me pidas una ambulancia, que es que no tengo más. Me parece lamentable.
Entiendo y admiro la labor que hacen los equipos de urgencia, pero también creo que sería posible que todos colaborásemos un poquito. Pero claro… eso va muuuucho más allá de nuestras propias narices.
No queda mas que aceptar la sabiduría popular: Al que le toca, le toca.
saludos!
Mario
tal vez el problema reside en un poquito de educacion… educacion de conceptos basicos me refiero, es decir ¿por que la gente se va a nadar tan lejos si no sabes, o no estas para muchos trotes…? si el agua esta tan gelida te metes y te sales prontito, si estas mal del corazon pues no te vas muy lejos, si no sabes nadar te quedas donde no te cubre…este señor era un IRRESPONSABLE tambien ya que quien le manda meterse donde no debe.
resulta que la gente no tiene poderes ni bola de cristal para adivinar que le pasa a los demas. la gente tel vez penso que era un bañista mas disfrutando del agua.
no creo que seamos tan egoistas, ni que solo miremos mas alla de nuestras narices.
Bueno, sarl, nadie puede estar metido en una burbuja… y, como dices, “nadie” tiene poderes para saber qué le va a pasar a los demás. Pero tu postura me resulta bastante extremista, porque no se trata de juzgar lo que hizo el señor o lo que dejó de hacer, probablemente ese era su destino y eso nadie lo puede remediar, lo que estamos cuestionando es la actitud de los demás. Si una persona es mayor a veces ocurre como con los niños. Y si alguien tiene la capacidad de ver el peligro, respetando el libre albedrío de la gente, y que nadie somos dioses, nunca está de más avisar.
hola eva ruiz:
mi postura es la mas normal, de extremista nada.
segun tu no se trata de juzgar lo que hizo el señor… sin embargo si te parece correcto juzgar al resto de la gente que estaba en la playa. Eso no es muy justo verdad??
No me compares a un niño pequeño que hay que vigilarlos constantemente. Sin embargo una persona mayor a no ser que sus facultades mentales no esten bien por algun motivo, o fisicamente tenga algun impedimento. Que yo sepa una persona mayor consciente de sus actos es madura y capaz de saber si lo que hace entraña peligro para el.
Por cierto el señor este pedia socorro a gritos??? se movia o hacia movimientos que indicaran que algo le pasaba??.
a veces la gente le cuesta pedir ayuda y eso si que es un problema, sobre todo los que se creen supermanes con el clasico: “a mi eso no me pasa, yo puedo solito…”
efectivamente nunca esta de mas avisar… este señor si le pasaba algo podia haber avisado, gritado, gesticulado…
Tu artículo hace plantearse como es la vida, no hay más… Un día estas preparando unas jornadas, un viaje, un plan, y unas horas más tarde ni lo pienses porque no te queda tiempo para nada. El cuerpo es muy traicionero y pasa factura, siempre la pasa créeme. Por eso tenemos que disfrutar un poco más, cuidarnos y saber en dónde nos metemos. Cierto es que no podemos meternos en una burbuja, pero tampoco podemos hacer el loco siempre. Ahora se me vienen a la cabeza miles de locuras que habré hecho, sin ver el peligro de las cosas, y me hecho a temblar.
No nos debemos tomar la vida de la manera tan estresante como lo hacemos, porque quizás a ese hombre le fallo el corazón o simplemente se ahogó, pero miles de muertes que hay por infartos y no hace falta que nos encontremos en la playa, te puede pasar en tu propia casa, al lado de tu familia y sin que se pueda hacer nada.
Hay que tener cuidad chicos y tomarse la vida de otra manera. Y sobre todo disfrutar de ella, porque son dos días los que tenemos.
Un besazo lianta!
El ser humano, aunq nos cueste reconocerlo, es egoista, se preocupa solo de sí mismo y no mira más alla,queremos creer q ayudamos, q ayudamos siempre al q lo necesita, ¿¿pero como reccionariamos si nos pusieran en una situación en la cual peligrara nuestra propia integridad??, ese hombre q sacaron muerto del agua, es el propio ejemplo, si ese hombre hubiera gritado pidiendo ayuda y el mar estuviera bravo y peligroso, ¿quien hubiera entrado?, probablemente de intencion todos pero de intenciones no se vive,¿alguien duda q realmente ese hombre no pidio ayuda en algun momento?…vivimos nuestra propia vida y si podemos ayudar a alguien sin q desvie nuestra linea ayudamos, pero q no nos complique demasiado…todos somos bueno,generosos,etc,etc… y nos lo creemos pero tendriamos q vernos en ciertas situaciones para realmente conocernos a nosotros mismos…hoy en dia, y tal y como esta este mundo, solo esta para sobrevivir, es triste pero si dejaramos de mirarnos solo nuestro ombligo y al dia hacer tan solo una buena accion, quizas el mundo despertara de forma diferente.
Saludos a todos!!
Discrepo de vuestros posts. No creo que la gente sea egoista. Al reves. El hombre por su instinto tiende a ayudar a los demás. Por eso nos choca tanto cuando esto no ocurre.
Ejemplos a miles, pero a la televisión no le gusta sacarlos. Pero seguro que recordais este: el otro día un cayuco llega a una playa de Canarias. Los inmigrantes están fatal y todo eso. ¿qué hizo la gente? Ahí están las imágenes. Se desvivieron por ayudarles. Es un instinto del hombre el dar de berber al sediento. Lo contrario es lo que nos provoca repulsa.
El hombre está preparado por su instinto a ayudar al prójimo. Os recomiendo leer a Luis Rojas Marcos. El lo explica mucho mejor. Solo os pongo una frase suya “nunca el sufrimiento de nuestros semejantes, las injusticias sociales y el despilfarro de las riquezas naturales han provocado tanta repulsa e indignación” de su libro La fuerza del optimismo.