Este artículo es el punto de partida del próximo debate de Enredados, del que ya hemos publicado aquí algún número.
Muy buenas tardes a los oyentes de Cadena ser Guadix, y a los compañeros de Enredados.
Hoy quería reflexionar un poco sobre uno de los temas que más nos interesan en la APDA, y que es cómo los Medios de Comunicación han tenido que enfrentarse a lo que se ha denominado el “asalto de la ciudadanía a los medios de comunicación”.
A estas alturas de siglo XXI nadie parece dudar de la casi absoluta pérdida de concepción de servicio público por parte de los medios de comunicación. Es un claro caso el de la televisión en la cual parrillas programáticas de los diferentes canales han priorizado el espectáculo, seguido de la información, y dando un último lugar a la educación.
Si tenemos en cuenta lo que dicen algunos autores de que la televisión es un fractal del mundo, es fácil pensar que las categorías del mundo reflejadas en televisión han desembocado en una banalidad difícil de afrontar ante la proliferación de espacios dedicados al mero entretenimiento y que dejan de lado todo atisbo de reflexión, análisis o intento de culturizar.
Es como sí hubiéramos retrocedido a nuestras culturas más ancestrales para volver al viejo paradigma de pan y circo para el pueblo y así ocultar los auténticos problemas de la sociedad.
Sin embargo, creemos estamos asistiendo a un nuevo fenómeno comunicativo que podría afectar de manera relevante al control de calidad de los contenidos de los medios. Frente al actual modelo en el que los profesionales priorizan sus intereses comerciales o ideológicos (frente a cualquier inquietud de tipo educativo o cultural), vemos como la audiencia desde Internet se rebela y se manifiesta públicamente sacando a la luz errores, imprecisiones y manipulaciones que cada día nos llegan a través de los medios.
Un caso claro sería el famoso Youtube donde no sólo aparecen vídeos personales, o graciosos, sino que también se emiten vídeos de conflictos, que en muchos casos, sólo nos llegan a través de esos medios, y no a través de los medios de comunicación, por la censura impuesta por algunos gobiernos.
Otro caso claro serían concretamente los watchblogs que se dedican a vigilar los contenidos de los medios tradicionales, para sacar a la luz sus imprecisiones, errores o mentiras.
Es precisamente desde los blogs desde donde se destaparon escándalos como el de Dan Rather, presentador estrella de la cadena cbs en eeuu, que culminaron con su dimisión, tras dar a conocer los blogs la falsedad de unos documentos que había mostrado en su programa, y que supuestamente demostraban un trato de favor a George W. Bush en su servicio militar.
O también es muy conocido el caso de Eason Jordan, director de informativos de la CNN, que tras unas declaraciones en un foro público sobre la posibilidad de que algunos periodistas estadounidenses hubiera muerto por balas del ejército norteamericano, y que sólo fueron publicadas en un blog, también tuvo que dimitir.
En España también tuvimos el caso de la campaña publicitaria que El País difundió a trevés de email, y que levantó las protestas de la blogosfera por utilizar con fines comerciales, una catástrofe como la del 11 de septiembre en Nueva York. El País finalmente publicó un editorial de disculpas en su edición tanto on line como en papel.
Por eso yo me pregunto, y traslado esta pregunta a los compañeros, si los medios de comunicación sociales, el periodismo ciudadano, los blogs, podcasts y videoblogs, pueden realmente llegar a ser garantes de la calidad de los medios de comunicación tradicionales.
Muchas gracias y buen debate.