Interesante reflexión sobre Twitter que nos trae Jeff Jarvis y con la que creo que muchos nos sentiremos identificados.
La adicción a Twitter se pasará. Tened fe; fe en vuestros conciudadanos y conciudadanas. Ayer estuve ocupado haciendo otras cosas, cosas importantes, así que básicamente no escribí ningún tweet. Sobreviví sin hacerlo. Y también vosotros sobrevivisteis sin mí, aunque me duela decirlo. Acabo de escribir en mi próximo libro que Twitter de hecho ha significado una distracción para escribir el libro, como si me tentase la sirena de una conversación que nunca tiene fin. Pero también me ha ayudado al escribir el hecho de tener siempre a punto investigadores y editores, amigos dispuestos a ayudarme cuando me quedaba estancado o necesitaba inspiración.
Es cierto que es mucha la información que recibimos a través de Twitter, y con ella mucho ruido también, pero llegará un momento en el que mejoremos la gestión de la información. De hecho la inclusión de las listas ya nos han ayudado mucho a eso.
Pero no hay herramienta buena o mala, sino un buen o mal uso de la misma. En cierto modo es como ver una película mediocre. No todo lo que uno ve es digno de llamarse obra maestra, pero es el compendio de todo lo que uno ha visto lo que luego te ayuda a distinguir esa obra especial, la que tiene algo distinto que la convierte en una obra de arte.
En Twitter, mucho de lo que leemos pasa por nuestro cerebro como si fuera un capítulo de Aída, es decir sin pena ni gloria. Pero el acceso que tenemos a otra mucha información relevante, eso, queridos lectores, no tiene precio.
Vía: 233grados.com: El tropo del despiste