Empire es la nueva serie de Fox de la que todo el mundo habla esta temporada. Para bien y para mal ya que ha despertado todo tipo de críticas. Se estrenó el pasado 7 de enero en EEUU con casi 10 millones de espectadores y en España puedes verla a través de Fox Life desde el pasado 28 de enero.
Muchos hablan de Empire ya como un nuevo guilty pleasure, y lo es. No pasará a la histora como una de las grandes series tipo The Wire o Los soprano, pero tampoco lo pretende. Es una soap opera de lujo de manual. O sea un culebrón con glamour al más clásico estilo de las series Dinastía o Dallas, pero en vez de con imperios petrolíferos pasamos a una empresa musical que controla el mercado del Hip-Hop.
Los culebrones volvieron con Revenge y se volvieron musicales con Nashville, y Empire ha sabido combinar el género con el musical añadiendo además algo que hacía mucho tiempo que no veíamos como era ese black power que tantos buenos momentos cinematográficos nos ha dado.
Pero vamos allá con las cinco razones para no perderte Empire:
1. Música desde el minuto uno:
No soy fan del hip hop, pero afortunadamente a ello sólo se dedica el pequeño de los Lyon, Hakeem, y he de decir que es un hip hop tan popero y light que incluso a mí me gusta. Pero el que me tiene encandilada es Jamal, con sus canciones mucho más de R&B y cargadas de mensaje hacia su padre, que lo rechaza por su homosexualidad. Además, otra parte buena del aspecto musical es que no resulta excesivo como en otra series donde las canciones dejan de tener sentido dentro de la trama. De momento en Empire cada canción tiene su justificación en la historia.
2. Sus mensajes:
No es que me gusten las series con moralina, pero jamás había pensado en la homofobia dentro de la comunidad afroamericana y me ha llamado la atención cómo tratan el tema. La normalización y visualización de los gays es el mejor modo de desestigmatizarlos y el personaje de Jamal es perfecto para ello. Es triste que aún sean necesarios estos personajes desde que Ellen saliera del armario hace ya 18 años, pero eso sólo nos demuestra que aún queda mucho camino por recorrer.
3. Cookie Lyon:
Nada como una madre dominante y tierna a la vez para que todos nos enamoremos de ella. Por fin una mujer fuerte y valiente, que no tiene miedo a reclamar lo que es suyo y, sobre todo, no se pasa el rato haciendo pucheros y con cara de miedo como todas las protagonistas de Shonda Rhimes (¡Aleluya!) Cookie es divinamente hortera. y la queremos así.
4. Lucious Lyon
Terrence Howard tiene una enorme papeleta para construir un personaje que ha pasado de pandillero traficante de drogas a presidente de un imperio musical. Y lo hace desde la búsqueda continua del equilibrio entre quién es hoy y quién ha sido.
5. Por puro placer culpable
Efectivamente ya he dicho que es una serie de guilty pleasure. Pero es que hay que tener algún capricho en el menú seriéfilo y esta cumple perfectamente con el objetivo. Seguiremos viendo House of Cards, The Good Wife, incluso Transparent. Pero a veces nos apetece un buen par de huevos fritos con patatas y no tanto solomillo de buey.
Si aún no te he convencido, échale un ojo al episodio piloto, y luego me dejas por aquí tu opinión.
De bonus track y a sugerencia de @hortigosa os dejo la OST en Spotify:
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