Ayer acabaron las clases de los cursos de doctorado.
De verdad que no es humano hacernos ir a clase con este calor y sin aire acondicionado.
Aventuras y desventuras de una doctoranda
Gran Hermano de doctorandos
He de reconocer que he tenido suerte con los profesores de mi programa de doctorado. Han sido muy receptivos a nuestros comentarios y ya han sido varios los que han modificado su programa docente para adecuarse a las necesidades e inquietudes que les planteábamos.
Ha llegado el momento
Estoy aquí sentada, ante una montaña de libros viejos y nuevos, y una tarrina de helado de dulce de leche, preguntándome cómo demonios me he metido en ésta.
Estoy a mitad de los cursos de doctorado del primer año de programa y a estas alturas tras oir demasiadas veces cosas como que terminaré odiando el tema de mi tesis, que es un calvario, y que me dejaré mis, ya de por sí exíguos, ahorros en ella creo que ha llegado el momento de abrir este diario para dar rienda suelta a todos estos pensamientos que, admitámoslo, me acobardan.
Espero que también sirva a algún pobre doctorando más que, como yo, se encontrará perdido en un mar de dudas.