Ayer empezaba la emisión en el canal People & Arts del reality show promovido por Donald Trump, llamado El Aprendiz, cuyo planteamiento es muy atractivo: “16 candidatos de todas las condiciones sociales, desde graduados en Administración de Negocios del grupo de las 8 universidades privadas más prestigiosas de Nueva Inglaterra, hasta empresarios de la calle sin educación superior, deben sobrevivir cada semana a exigentes desafíos, mientras conviven en un apartamento tipo loft en Manhattan…
… El ganador de la competencia, el verdadero “aprendiz” es premiado con un empleo soñado: de por vida, en la Organización Trump, y con un salario de 250.000 dólares.”
Impresionante. De verdad. Un programa en el que todo vale para conseguir lo que se quiere. En el que el compañerismo y la camaradería cuentan más bien poco, y el objetivo principal es impresionar a Donald Trump.
Parece que tendremos la oportunidad de ver en lecciones prácticas que absolutamente todo vale por dinero, y no olvidemos que estos chicos se juegan un puesto de trabajo cuyo sueldo es de un cuarto de millón de dólares.
Los puyazos que se lanzan los concursantes entre ellos en cuanto pillan una cámara a solas no tienen nada que envidiar a los más enrevesados culebrones. Y las presiones a que éstos son sometidos por Trump y sus asesores son simplemente brutales.
‘LLegará’ de Elvira Lindo
Magnífica la columna de contraportada de El País de hoy de Elvira Lindo en la que cuenta un nuevo reality en el que una férrea niñera, al estilo del ama … Leer más