El comité de sabios ha hablado (un poco), y lo único que se le ha ocurrido es que hace falta un canon, aunque no especifican muy bien cual.
Veamos por ejemplo el canon británico: consiste en una licencia de televisión que se paga anualmente por casa, independientemente del número de televisores o del número de personas que vivan en ella.
Tiene un coste de 120 libras esterlinas, unos 175 euros. Y se paga por ley, es decir, no tienes opción de decir: “pues mire, a mí es que no me interesa la BBC, ya me quedo sólo con el satélite”.
Así podría darse el caso de que no sólo tuviéramos que seguir soportando “Ana y los siete” o “Corazón de lo que sea” sino que además tendríamos que pagar por ello.
¿Me se entiende?
Los ingleses son mundialmente famosos por tener un curioso sentido del humor y como fiel prueba de ello nada mejor que este vídeo, que lógicamente está en inglés. Eso sí: … Leer más