Iniciamos aquí una nueva serie de entradas sobre la escenografía en las obras de Amenábar.
Éste es un trabajo que hice el año pasado motivo por el cual aún no incluye datos sobre ‘Mar adentro’ película sobradamente comentada en este blog. No obstante considero que esta serie de entradas servirán para conocer un poco mejor a este director, y también un apartado técnico que tantas veces pasa desapercibido como es la escenografía.
Pero introduzcamos un poco el tema a tratar:
El cine para algunos es un arte, para otros una industria y para otros muchos es sólo un entretenimiento. De lo que no cabe duda es de que es una representación más o menos completa del mundo en el que operamos, como un espejo y a la vez como un modelo de lo social.
Y dentro de ese modelo, como reflejo de la sociedad a la que representa, un papel fundamental lo ocupa la escenografía de una película. Por ello en este trabajo pretendemos abordar la evolución que en esta campo ha tenido el trabajo cinematográfico de Alejandro Amenábar, desde sus primeros trabajos en cortometraje hasta su penúltimo largometraje estrenado.
El motivo de la elección de este director se debe por un lado, a la gran resonancia conseguida tras el estreno de su primer largometraje (rodado cuando contaba 23 años), así como la presunta evolución a nivel artístico que se ha visto en su, de momento, corta trayectoria, al contar sólo con cuatro largometrajes. Por otro lado, Amenábar es del tipo de directores que intervienen en todos los aspectos de la producción de un largometraje, como por supuesto la dirección, pero también la escenografía, el guión, la música, la dirección de actores… Por último, el creciente interés del público por el que parece ser un nuevo cine alejado de los tópicos temáticos de otras épocas, reflejado también en directores como Juanma Bajo Ulloa, Julio Médem, Álex de la Iglesia, o el propio Amenábar, nos parecían motivos más que suficientes para intentar estudiar su proceso creativo y así ver uno de los motivos por los que siempre ha contado con el favor del público y la crítica, casi de manera unánime.
Ni en mis peores pesadillas…
¿Pero qué ha hecho la humanidad para merecer esto? ¿Acaso no teníamos bastante con sus películas? ¿Acaso no hay una organización para la defensa de los derechos del melómano que … Leer más