El mundo del audiovisual está plagado de grandes profesionales que todos conocemos y respetamos. Sin embargo hay mucha gente tras los focos cuyos nombres apenas son conocidos por el gran público, pero que no por ello su labor es menos importante. Una de esas personas es sin duda José Moreno Portales, Pepe Moreno para sus amigos, entre los que tengo el privilegio de estar.
Pepe fue un pionero en el audiovisual cuándo en este país nadie tenía muy claro qué era eso y para qué servía. Dejó su labor docente para abrir un Centro de Medios Audiovisuales que a la postre sería el germen del festival de cine científico más importante de España, cuyo reconocimiento internacional es sólo obra de su dedicación y tozudez. No contento con ello, además ideó un certamen de vídeo Europeo para dar oportunidades a lo más jóvenes, no sólo a través de la muestra de sus trabajos, sino con cursos y seminarios punteros en el país.
Gracias a él he conocido a grandes personalidades del mundo científico y audiovisual y he podido empaparme de una mínima parte de todo lo que él sabe. Además no sólo ha sido un buen jefe, sino también un buen amigo y consejero.
Así podría ir contando y no acabar en días. Sin embargo, el esfuerzo y la dedicación a veces no suelen ser reconocidos ni recompensados. Al contrario, cuando te rodea la mediocridad, lo normal es que intenten taparte, hundirte, menospreciarte. Y durante los últimos años de su intachable carrera esto es lo que ha estado padeciendo este incombustible hombre por culpa de unos impresentables cuya capacidad intelectual apenas les permitía hacer algo más que machacar a sus inferiores, y besar el trasero a sus superiores.
Puede que hayan echado por tierra todos sus años de trabajo, pero no han podido con Pepe, y así, aunque se ha prejubiliado, son muchas las universidades europeas e iberoamericanas que le reclaman para impartir cursos y seminarios, aunque en la Facultad de Ciencias de la Comunicación de Málaga, intentamos acaparar la mayoría de sus aún tremendas energías. Sin él hubiera sido muy difícil sacar adelante proyectos como “Andalucía Cinema” (del que os hablaré en breve) o Eurovideo.
Hace poco días dió una rueda de prensa en Ronda para aclarar y zanjar la situación, y hoy aquí reproduzco su comunicado para que a modo de sortilegio podamos, ahora que termina el año, cerrar la etapa anterior para afrontar con ilusión y energía todos los proyectos que tenemos por delante.
Málaga, 6 de Diciembre de 2005.
Estimados amigos y compañeros:
El motivo de esta carta, es poneros al corriente, sobre la resolución de los desagradables acontecimientos desarrollados durante los dos últimos años, y que por desgracia han atentado a la cohesión de mi familia, a mi calificación profesional y a mi honorabilidad.
Como la inmensa mayoría de vosotros conoce, desde marzo-abril de 2004, comenzó a correr de boca en boca, un infame y malintencionado infundio en el entorno o círculos próximos a la Bienal de Cine Científico de Ronda, sobre supuestas irregularidades cometidas por mí en el festival, que con posterioridad, se amplió a otros de mis relaciones profesionales, medios de comunicación, o compañeros de la entidad donde estuve realizando mi trabajo durante casi 40 años.
Este rumor, como tantos que se transmiten oralmente, está sujeto a deformaciones o interpretaciones, que terminaron en diversos lugares difundiendo, que en mis funciones como Director del CEMAV , y por ello Director de la Bienal de Cine, había sido protagonista de una apropiación indebida de fondos económicos, que dieron lugar a que mi prejubilación, fuese un recurso para zanjar internamente este asunto.
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