Soy aficionado al ciclismo desde 1992. Por entonces, contaba con 11 años y lo que veía me apasionaba; casi no podía pensar en otra cosa. Imaginaba que, cuando yo fuera ciclista (pues estaba decidido a serlo), los cronistas hablarían de mi como por entonces lo hacían de Claudio Chiapucci, un auténtico valiente. Las cosas fueron muy diferentes cuando comencé a practicar el deporte del pedal: no había cámaras, ni espectadores; los ataques que lanzaba a mis compañeros me dejaban solo al momento: nadie quería seguir un ritmo tan irregular como el mío; además, no entendían el porqué de tanta competitividad; juntábamos, como máximo, a quince personas para subir un puerto. Y, lo que es peor: ignoraba cómo podía existir un deporte tan duro y tan diferente de lo que creía haber presenciado en televisión.
Xataka un blog ¿personal?
Cualquiera que escuche el programa Ser Digital del pasado 12 de agosto (también disponible en su web) se habrá llevado una impresión “muy” errónea de lo que es Xataka. En … Leer más